EL ESPEJO INTERIOR
Hoy, en que el mito de la igualdad se tambalea,se puede apreciar más libremente le sabiduría de los antiguos que afirman que todas las cosas y los seres tienen existencias diferentes.
Dentro de una misma persona es difícil registrar dos estados de ánimo iguales a lo largo de un día, un mes o un año.Lo malo es que , salvo las excepciones que confirman la regla, estos estados de animo tienen frecuentemente un común dominador pernicioso, que es el de observar con preferencia la parte negativa de todo y todas las cosas.
Todos creen tener, de alguna manera, las llaves del éxito, pero puestos a prueba fracasan, echando la culpa siempre a los demás y asumiendo posiciones psicológicas sombrías.No es raro encontrar que individuos que son verdaderos déspotas para con sus subordinados, sean extremadamente sensibles cuando es a ellos a quienes les toca obedecer o escuchar un correctivo.
Entonces decae la alegría y una niebla gris se abate sobre la tortura conciencia, que cree ser víctima de una injusticia, a la vez que proclama sus propias bondades y los errores del prójimo.Esta actitud pesimista y negativa la observamos a lo largo de los años en ciento de personas que bien podía experimentar una actitud mucho más auténtica, positiva y humilde anta la vida.
Manteniendo ese reflejo del cielo en nuestra alma, todo se nos hará más fácil y las andaduras más agradables, fructíferas y alegres.Los quejidos se vuelven risas y naturalmente somos mejor aceptados por todos...simplemente, moviendo hacia arriba nuestro espejo interior.
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