LA FÁBULA DEL PAVO

El filósofo y matemático Bertrand Russel propuso una fábula del pavo inductivista para dar ejemplo al problema de la inducción.

La fábula que Russel redacta comienza así:

''Un pavo fue trasladado a una granja. El primer día que pasó allí metido, fue alimentado a las 9 de la mañana. Como buen inductivista, el pavo no quiso sacar ninguna conclusión. Así pasaban los días hasta que el animal se percató de que todos los días a las 9 de la mañana y bajo todo tipo de circunstancias (días soleados, lluviosos...) recibía alimento. Fue entonces cuando la ave se animó a realizar una inducción, sin pensar en que pudiera ocurrir algún error. El pavo afirmó que siempre le alimentaban a dicha hora. 

Russel concluyó esta fábula de ésta manera: 

''Hecha la inducción, esa misma mañana, la del día de Nochebuena concretamente, en lugar de alimentarlo le cortaron el cuello''

Con esta pequeña historia Bertrand quería dar a entender que pese a realizar muchas observaciones y estar seguros 100% de una inducción, siempre pueden surgir imprevistos, como es el caso del pavo inductivista.