Lucy es el conjunto de fragmentos óseos pertenecientes al esqueleto de un homínido de la especie Australopithecus afarensis de 3,2 millones de años de antigüedad. Son descubierto por el estadounidense Donald Johanson el 24 de noviembre de 1974 a 159 km de Adís Abeba, Etiopía. Estos supusieron una revolución en la investigación del nacimiento y evolución del género humano.
Lucy y el resto de sus congéneres, tenían un pecho en forma de campana (se estrechaba hacia arriba) y un gran dimorfismo sexual, que hacía que los machos (45 kilos) fueran mucho más corpulentos que las hembras (29 kilos). El rostro se proyectaba hacia adelante por el gran tamaño de sus dientes a causa del prognatismo.
Este esqueleto se trata del esqueleto de una hembra de alrededor de 1,10 metros de altura, de aproximadamente 27 kg de peso (en vida), de unos 20 años de edad (las muelas del juicio estaban recién salidas) y que al parecer tuvo cuatro hijos. Dotada de un cráneo minúsculo, comparable al de un chimpancé. Lucy andaba sobre sus miembros posteriores, signo formal de una evolución hacia la hominización. La capacidad bípeda de Lucy puede deducirse de la forma de su pelvis, así como de la articulación de la rodilla.
Hasta 1977, la comunidad científica no tomó en consideración el hallazgo de Johanson y su equipo del International Afar Research Expedition.
Los restos de la australophitecus pertenecen al Museo Etíope de Historia Natural en Addis Abeba, aunque están tan protegidos que el público no tiene acceso a ellos. Aunque el gobierno del país decidió llevarlo de gira en 2007 por Estados Unidos para que pudieran disfrutar del descubrimiento en América.
*Como curiosidad, Lucy recibió ese nombre gracias a la canción ‘Lucy in the sky with diamonds’. Los paleontólogos que descubriendo los fósiles eran fans de The Beatles y esa canción sonaba de fondo cuando dieron con los huesos.
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