El hedonismo y Lunas de hiel

Nada podrá nunca superar el encanto de aquel primer amanecer. Yo podría haber sido Adán, con el sabor aún fresco en mi boca de la manzana. Estaba observando a toda la belleza del mundo corporeizada en una mujer, y supe, con cegadora certeza, ¡que esto era todo! 

Lunas de hiel, Oscar

Lunas de hiel, también conocida como Bitter Moon, es una película de 1992 dirigida y producida por Roman Polański y protagonizada por Hugh Grant, Kristin Scott Thomas, Emmanuelle Seigner y Peter Coyote en los papeles principales. 

La película cuenta la retorcida historia de dos matrimonios que coinciden en un crucero hacia la India. En el crucero el matrimonio inglés formado por Nigel (Hugh Grant) y su esposa Fiona (Kristin Scott Thomas) conoce a otro matrimonio compuesto por Mimi (Emannuelle Seigner) y su marido Oscar (Peter Coyote), un escritor en silla de ruedas.

Nigel, fascinado por el atractivo de Mimi y con el fin de lograr seducirla, escuchará la historia que Oscar quiere contarle. La historia es la propia relación de pasión y dolor que mantiene con su esposa. A pesar de que Nigel escucha toda la historia, no es él quien consigue algo con Mimi, sino su esposa Fiona.

La singular situación desencadena en singulares consecuencias que acaba con la vida de varios de los personajes. Como se puede ver en la película, la preciosa y muy apasionada historia de amor acaba realmente mal hasta el punto de ser testigos de un verdadero ritual de sacrificio sentimental.

Lo sucedido en la película, la relación que se ve entre Mimi y su esposo Oscar, es un buen ejemplo del HEDONISMO.

Epicuro de Samos

El hedonismo se basa en el placer. Placer por el que se dejan llevar los personajes de la película. Claramente, podemos ver como existe un placer sensorial igual al que propusieron los Cirenaicos. Sin embargo, a lo largo de la historia también podemos percibir el dolor que trae consigo ese placer sensorial. Es un placer que crea dependencia y esclaviza. En contraposición al goce sensorial está el placer propuesto por Epicuro de Samos. Él habla de un placer sin dolor, sin sufrimiento. Por eso el propone el placer intelectual y nos habla de la AMISTAD.