TRIUNFAR EN LA VIDA
La historia es un extraordinario muestrario , donde aparecen, como cristales de colores que varían de tonalidad según la luz, las diferentes ideas que han configurado los estilos de vida del hombre. Cada periodo tiene sus parámetros, y en el camino incesante de la búsqueda, los humanos se rigen por esos modelos tratando de seguirlos y obedecerlos, tanto como no lo harían con ninguna otra idea que proviene de otra fuente.
No es de extrañar, pues, que los jóvenes, sobre todo, enfilen sus aspiraciones
hacia esas fórmulas de éxito si quieren verse dentro de la sociedad en la que vienen, si no quieren configurar la larga lista de marginados. Aumentan carreras pensando siempre en la posibilidad de un éxito rápido, de una posición social entendida como sólida y duradera. Pero no es oro todo lo que reluce.
Si existieran verdaderamente fórmulas para triunfar en la vida, debería haber muchas más seres felices de los que encontramos. A menos que aceptemos que una cosa es el triunfo y otra, la felicidad.
Quien logre aplicar estas pocas llaves será una persona segura de sí misma, una persona satisfecha.
Quien pueda hacerse con estos logros es un triunfador:
Hacer bien todos los trabajos que emprendemos, no solamente por el premio que podamos recibir.
No dejarse aplastar nunca por los problemas difíciles que nos aparezcan.
Saber aprovechar las oportunidades. La vida está llena de oportunidades, pero si vamos con los ojos cerrados.
Ensayarse continuamente en amar, que es la mejor forma de comprender a los demás.
Buscar el sentido de la vida y tratar de encontrar el sentido de nuestra propia vida.
Mejorar a diario todo lo que hacemos;mejorar sin desmayo todo lo que nos rodea.